Escuchaba la radio y se me quedó grabado un pedazo de la canción “Te regalo una promesa”. De momento pensé en todas las cosas no materiales que me gustaría regalarles a mis hijos. Sin embargo, no solamente pensé en mis hijos, pensé en un grupo de mujeres que están en mí día a día de una u otra forma; mis amigas. A mis hijos sé que regalarles, mis amigas por el contrario, tuvieron que contestar una pregunta simple. ¿Si te pudiera regalar algo de mí, que me pedirías? Las contestaciones de cada una de ellas me sorprendió, pero no tanto como se sorprenderán ellas cuando lean esto.
Siguiendo con la línea de la canción, comenzaré con mis hijos. Lo siento, pero no les voy a regalar una promesa. Las promesas son como las dietas, difíciles de llevar a cabo, difíciles de cumplir. Prefiero regalarles un poco de PERSEVERANCIA, la que necesitarán para poder sobrevivir en un mundo tan difícil. Un poco de AMOR PROPIO, para que se valoren y nunca permitan que nada ni nadie los dañe; ni siquiera yo. AMOR POR LOS DEMÁS, porque cada persona merece respeto y ser amada. La CAPACIDAD de TRATAR a las mujeres como PRINCESAS, para que el mundo vea que fueron criados por una REINA. El DON de ADMIRAR las pequeñas cosas, porque hasta lo que pueda “parecer” insignificante puede en algún momento proveerles mucha satisfacción. Y más importante, les regalaré mucha FE en Dios, para que comprendan que Él, es el camino a la felicidad. Los regalos de mis hijos, han sido escogidos con sumo cuidado, para que en el futuro sean apreciados.
Mis amigas por el contrario pidieron lo que ellas entendieron necesitaban. Así que a Martha, le regalaré un poco de mi CAPACIDAD DE ENTREGA, esa que a veces no sé limitar. Ella cree que la necesita, lo que no sabe es que aun en la distancia (vive en México) ha demostrado su capacidad de entrega al valorar en gran magnitud nuestra amistad. A Melanie, le regalaré un poco de mi SINCERIDAD, pero no la que uso para atacar a otros. Le voy a regalar la que uso para demostrar empatía y buenos sentimientos. Ella cree que la necesita, lo que no sabe, es que su sinceridad es la que nos hace tan afines y nos ha permitido superar nuestra amistad a pesar de no vernos con frecuencia. Yahaira me ha pedido un poco de PACIENCIA, la que pierdo cuando no comprendo el porqué de las cosas. Ella cree que la necesita, lo que no sabe, es que criar un guerrero siendo tan joven y sobrepasar tantas situaciones con dos niños más es sinónimo de mucha paciencia. Zulma me ha pedido TENACIDAD, esa que he adquirido a fuerza de golpes, retos y vivencias. Ella cree que la necesita, pero criar tres jóvenes, un sobrino y educar a futuros maestros, solo puede ser hecho por una mujer tenaz. A Keyla le regalaré un poco de HUMILDAD, ésa que me ayuda a mantener los pies en el suelo, aun cuando mis logros me ayudan a brillar. Ella piensa que la necesita, pero la realidad es que el éxito que la acompaña está basado en su humildad y ese don de darse a los demás. Lorraine me pidió un poco de mi FORTALEZA, esa que me mantiene en mis momentos azules y me ayuda a sobrepasar mis situaciones con Ian. Ella cree que la necesita, lo que no sabe es que con cada logro alcanzado y cada reto superado aumenta de gran manera su fortaleza. A Christy le regalaré un poco de APOYO INCONDICIONAL, ese que estoy dispuesta a ofrecer 24/7 y que espero recibir a cambio. Ella cree que lo necesita, pero en su papel de sicóloga ha demostrado su apoyo y ayuda de forma incondicional. Yesenia me ha pedido un poco de mi CAPACIDAD de ESCUCHAR CONSEJOS, esos que parezco no seguir, pero que los guardo con gratitud en mi corazón. Ella cree que lo necesita, la realidad es que ella tiene una hermosa capacidad de escuchar y de buscar como mostrarme lo mejor que hay en mí. Ney me ha pedido INTELIGENCIA, ésa que coloco en riesgo cuando paso por un proceso de estupidez humana. No sé porqué me la pidió, ella no la necesita, sus decisiones y su forma de llevar la vida son producto de mucha inteligencia.
Pensándolo bien, creo que sí les voy a regalar una promesa a mis hijos y mis amigas. La promesa de avivar los regalos que quiero hacerles a mis hijos y aumentar las buenas cualidades que mis amigas ven en mí. ¿Qué quiero que me regalen? Una promesa no, por favor. A mis hijos, que me regalen el hacerse hombres de bien, a mis amigas que me regalen la fuerza de una verdadera amistad el tiempo que sea posible, si es para SIEMPRE, mejor.