domingo, 30 de diciembre de 2018

Virtudes

“Cuando aceptas tus defectos, nadie podrá usarlos en tu contra.” - anónimo

      Hablemos de virtudes, pero no me refiero a esas cosas buenas que nos caracterizan, no, realmente voy a hablar de esas cosas que realmente son nuestros defectos según los ven otras personas.  Sin embargo,  yo en estas líneas les daré un giro diferente y las convertiré en virtudes. Todos los años, hacemos resoluciones con la llegada de un año nuevo. Las mismas a veces pasan de año en año, como esa de bajar de peso. De igual forma, en ocasiones nuestras resoluciones pueden ser; cambiar. Cambiar no es un proceso fácil, ni de la noche a la mañana, vale que para cambiar, primero tenemos que querer hacerlo. Pero, ¿qué es lo que tenemos que cambiar? Pues, ese sinnúmero de defectos que otras personas ven en nosotros, y que ellos catalogan como “malos”. Por ejemplo, hace como 5 años, en medio de una acalorada discusión, una persona, con la boquita que utiliza para comer me dijo: “ Tu problema es que demuestras con la cara cuando algo te molesta, y abres la nariz... etc. Por ahí siguió una retahíla de otros adjetivos que ahora mismo no vienen al caso. En aquel momento pensé: “¿Qué yo hago que puñeta con mi nariz?” Estuve meses comiéndome el cerebro con esa vaina de que hablo con la cara, los ojos y ahora la nariz. Hasta que un día, en una reunión del trabajo, los ánimos se caldearon y yo tensé mis hombros, y pude sentir, como se me abrían las fosas nasales, “oh, joder! entonces es cierto, cuando me enojo, me pongo en posición de bramar”, sí, como los toros. Al darme cuenta de esto, fue casi para unas navidades también, había hecho una resolución de año nuevo, me pondría frente al espejo, y practicaría eso, de no hablar con los ojos, con la cara y más aún, aprendería a no bramar, eso solo lo hacen los toros. 

      Otra virtud (mala) que tengo, es esa de tener un sarcasmo con vida propia. Lo sé, mis comentarios, los cuales defiendo porque son espontáneos (de verdad) pues obviamente no son bien vistos, o escuchados. Muchas personas no se toman el momento de analizar lo que escuchan, y si se sienten atacados menos. Por eso es tan importante, llevar una vida, donde no tengas que andar a la defensiva siempre que te quieran hacer un comentario, darte una idea, o simplemente preguntarte algo. De las cosas que de una forma u otra he heredado de mi mamá, una es esa, la ironía, el sarcasmo. Solo que ella era así, natural, lo tiraba y después quizás, pedía perdón. Yo lo he adoptado como una especie de resistencia, una que me ayuda a sobrevivir, y tratar de llorar menos, aunque a veces no funciona. Y aunque a veces es espontáneo, a veces carga su poco de veneno, pero al menos, sé pedir perdón si es necesario. 
La realidad es que si sigo exponiendo todas las virtudes (malas) que tengo, no terminaría de escribir. Los últimos meses de este año, como he escrito anteriormente no han sido fáciles, he tenido que bramar con frecuencia, y a veces mi sarcasmo se dispara de formas que hasta yo me sorprendo. Pero según he sentido que no me despego de la lona, y que hay circunstancias mucho más fuertes que yo, he aprendido muchísimo de todo. 

Entonces, he comprendido, que no todo lo que los demás ven mal en mi, es realmente malo, si lo utilizo en mi beneficio tratando de no herir a nadie. Así que lamento informar, que seguiré bramando, como toro, porque cada vez que abro la nariz, en medio de un coraje, mis pulmones se llenan, por consiguiente oxígeno, y mi cerebro recibe su dosis, ayudándome a pensar cómo resolver, o que importancia darle a lo que está pasando. Mi sarcasmo, mi resistencia, me saca una media sonrisa, que me ayuda a intentar ver todo desde otra perspectiva. En un momento como este, donde la ansiedad y la amargura quieren rodear mi vida, necesito humanamente ver todas mis virtudes, aunque los demás, las vean malas.

*Resolución- Volver todos mis defectos en virtudes, lo que vean los demás mal en mi, no significa que no le pueda sacar el lado bueno. 

domingo, 16 de diciembre de 2018

Apego emocional vs Vínculo afectivo

"¿Qué significa domesticar?" preguntó el principito "-Significa crear vinculos." Le respondió el zorro. - Antoine Saint- Exupéry

            Ya no queda nada de un año al que le he tenido un inmenso apego emocional. Al filo de las 12 am del 31 de diciembre, no sé quién sentirá menos carga, si el año porque me deja o yo porque lo dejo a él. Entonces, (mi maravillosa muletilla) entraré, tampoco sé si del todo derecha, o torcida o de bruces, a un año que tampoco promete ser tan fácil, pero del que preferiría tener más un vínculo afectivo, que un apego emocional. Solo que no puedo asegurar eso, cuando este año que comienza me trae a la realidad, de que mi adolescente, que está más alto que yo, entra a su último año de enseñanza superior, que en nada cumplirá 17 años, y que no falta nada para que tenga su permiso de conducir en propiedad y lo más difícil que una mujer, madre de un varón puede asumir, hace dos años que tiene novia. Entonces, (otra vez), toca enseñarle a ese ser humano, casi cada tarde, en el tramo de la escuela a la casa, que es dónde se desarrollan nuestras más grandes conversaciones, que tiene que aprender a desarrollar vínculos afectivos y no apegos emocionales. Y me toca justo a mi, que tengo una crisis existencial con el tema, explicarle que es positivo y que no. A mi, que confundo en sobremanera, el apego emocional con el vínculo afectivo.

           Según las definiciones que puedo encontrar en la red, el apego emocional es esa dependencia hacia otra persona, en la que entiendes que te sientes bien, feliz, y que piensas que tu vida no será la misma si no está. En ese proceso, pasan cosas que te lastiman, te rompen, pero junto con el apego, viene la ceguera. Por lo que no vemos que nos están, estamos, haciendo daño. Porque tenemos esa bonita costumbre (si, es ironía) de tapar el cielo con la mano, de justificar, de defender lo indefendible. Y juramos, porque nos vamos hasta el cuello, que porque sentimos un “cariño” por ciertas personas, tenemos un vínculo mágico. Debo aclarar, que los apegos emocionales y los vínculos afectivos, no tienen género. Estos sentimientos que les estoy exponiendo pueden derivarse a cualquier ser humano sobre la tierra al que usted esté ligado, también incluye mascotas.

             El vínculo afectivo por su parte, nace con personas que se cruzan en nuestro camino y, de manera casi mágica, se convierten en seres imprescindibles en nuestra vida. Es una relación entre iguales que nos otorga la satisfacción de compartir experiencias, sentirnos seguros y confiar en alguien sin fisuras. Es ese alguien que estará ahí, cuando te sientas como trapo, cuando todo parece perdido, cuando te rompes en pedazos y ni tu mismo sabes como pegarte. Esos que llamamos amigos, amor y el perrito que te mueve el rabo al llegar a tu casa, o el gato que te ronronea. Debemos tener bien claro, que dentro de las magias en las que creemos conectar, la que obtenemos cuando el vínculo es afectivo es más real. Con estas personas mantienes una relación sana de espacio, tiempo. Entenderás que se diferencia grandemente, en la forma en que eres escuchado, abrazado, entendido, amado.

             A mis casi 43 primaveras, me resulta a veces un poco vergonzoso, que conociendo la diferencia entre una cosa y la otra, peque de tener apegos emocionales en vez de vínculos afectivos. Que a veces falle escogiendo a quien admirar, querer, ayudar o compartir un poco de magia. Pero, me ha tocado educar a un ciudadano, que se parece tanto en mi, en todos los sentidos, que es muy necesario que me reeduque en los conceptos. No solo porque estoy a nada de completar el proceso de enviar un futuro hombre completamente solo a la sociedad, sino que detrás de él viene otro, que deberá aprender todavía más sobre el proceso. Y aunque me puedo dar golpes de pecho, de lo que he hecho como madre por ellos, lo menos que quiero es que emocionalmente sean tan inestables como yo. Así que vamos en pos de un año duro, pero con menos apegos emocionales y más vínculos afectivos.


* Nota: Algunos conceptos e información fueron utilizados de este sitio web https://lamenteesmaravillosa.com