lunes, 12 de diciembre de 2011

Palabras grandes, cuerpo pequeño

Este año será uno de grandes aventuras.  Pero no estoy tan segura de que sean positivas o divertidas. De hecho yo seré parte de las aventuras, pero quien en realidad pasará por ellas es mi hijo menor.  Ese pequeño muchachito que solo pesa 25 libras y no mide más de 2 pies. Solo tiene 2 años, sin embargo ha pasado por procesos que yo en mis 35 años no he pasado. Este año, como dije, estará lleno de aventuras y más que nada de palabras grandes. Todo comienza desde su diagnostico. Mi hijo, el pequeño es un paciente cardiaco. Su primer diagnóstico es llamado Canal Auriculoventricular. ¿Grande no?, Estenosis Pulmonar y Transposición de grandes vasos son sus otros diagnósticos. Con una operación de Glenn y otra terminología que no logro recordar relacionada a una fiebre que le dio en la recuperación de la cirugía. ¿Como una personita tan pequeña puede cargar con tantas palabras grandes? Bueno pues este año, se incluyen Ecocardiograma de seguimiento, cateterismo y conexión de vena por medio de cirugía. No logro recordar si se sigue llamando Gleen o Fontan o si es lo mismo.
Llega un momento en la vida que por más que te dediques a leer sobre lo que pasa con tu hijo. Tu cerebro se niega a aprenderse todos esos términos. Al final tú sientes que tu hijo es sano. Y que tantas palabras grandes es pura terminología  barata. Porque al final, como crezca tu hijo, sano y fuerte dependerá de cómo tu como madre lo críes.  Y es que como madre y maestra me niego a criar a mis hijos en el ¡ay bendito!, está enfermo, tiene esta condición, no puede hacer esto, no puede hacer aquello. Mis hijos, los dos, son parte de las estadísticas del programa de educación especial. Sin embargo, eso no es excusa para que crezcan, sanos, fuertes y con grandes valores.
Aunque todo esto no me permite negarme a que mi hijo pase por todas las aventuras que por obligación debe pasar. Debo aceptar que tanta palabra grande me agobia. Sobre todo porque no logro creer que un muchachito tan vivaracho, con un genio de los mil… pueda tener un corazón tan diferente a los demás. No quiero creer que un chico que no para en todo el día, que no se cansa, ni se pone azul, tenga que pasar por tantos procesos dolorosos. En ocasiones siento que estoy lo suficientemente preparada para explicar miles de cosas. Como por ejemplo, porque no puede participar de algún deporte. O porque la aspirina y el serán amigos toda la vida. Que significa esa raya en su pecho. Y otras cosas más. Todavía no me he preparado para los chantajes, esos que florecerán cuando no le permita algo y me diga que le duele el pecho. O más trágico, el corazón. Y al igual que eso, aun cuando lo hablo de forma natural, no estoy preparada para el cateterismo ni mucho menos para la próxima cirugía. Cada vez que por alguna razón menciono esos procedimientos, solo recuerdo la primera cirugía. Y la realidad es que diga lo que diga la gente. ¡Esto no es tan fácil! La mayoría de las personas tenemos una capacidad de morbo que la realidad es asqueante. Y aun cuando yo quiera tratar de pensar en el momento de la recuperación y de que regresara normal a casa, no puedo dejar de imaginarlo sobre una camilla con el pecho abierto de par en par. Es sumamente difícil tener que ser cortes, amable y sobre todo sonreírme con el hombre que hará eso. Y que para colmo yo le firmo un millón de papeles dándole permiso. ¿Seré descarada?
 Pero no, no soy descarada, soy una madre que quiere lo mejor para su hijo. Y aun cuando quisiera gritar a los cuatro vientos que no me agrada tener un hijo con una condición tan delicada de salud. Muy dentro de mí, agradezco el hijo que tengo… los hijos que tengo, porque gracias a ellos, ha crecido en mi vida el sentido de empatía, el amor por las cosas buenas, la importancia de visitar un medico,  cuidar mi salud y la de ellos.  Mis hijos, aun cuando sus condiciones son incurables, crecerán sanos, fuertes y con grandes valores. Yo como madre me encargaré de eso.

2 comentarios:

  1. ohhhh qu bello! todavia no soy madre, puesto que no he pasado por la experiencia de parir, pero tengo unos hijos adoptados( mis estudiantes) que me han enseñado mucho y una de esas cosas es el echo de creer en ellos...nunca dejamos de creer en su potencial y por mas que unos papeles nos den su "etiqueta" para nosotras siguen siendo nuestros hijos....con sus nombres completitos e igual que los demas.....un aplauso para ti y tu familia.. y miles de vibras positivas para esta nueva aventura!

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  2. Sin palabras ... Dios nunca nos abandona! =)

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