sábado, 10 de diciembre de 2011

Aburrimiento

Cuando quieres acaparar muchas cosas, en tu deseo no te das cuenta que dos manos no son suficientes. Sin embargo te dices que soñar no cuesta nada y que luchando se llega lejos, porque al final de cuenta sabes y te consta que el cielo es el límite. Pero por más que luchas, miras hacia atrás y solo ves  que te has movido unos solos centímetros y cuando miras dentro de ti solo ves un gran vacío. Quieres consolarte a ti mismo diciendo, mira todo lo que tienes, te lo has ganado, lo has luchado. Si te fijas bien hay personas que están  peor que tu. Pero te ignoras a ti mismo y ahogas esa conciencia que te está hablando y le dices ¡vete pal carajo, yo quiero más!  Así que te vuelves con la esperanza de que hoy sea un mejor día. Incluso observas el periódico, pero no las malas noticias, buscas el horóscopo, de seguro tendrá un mensaje alentador para que no te desanimes. En ese momento te das cuenta de lo predecible que puede ser ese mensaje. Checas la fecha, ¿será que es de otro día? Pero no, es el de hoy. Y de momento  caes en tiempo de que no puedes llevar tu vida basada en palabras de alguien que ni siquiera te conoce. Te levantas dispuesto a llevarte el mundo de por medio y te das cuenta que para completar tu fuerza de voluntad aparentemente se tomo unas vacaciones. Lo más difícil es darte cuenta de que no te aviso de su partida y encima ni tan siquiera te dijo si pensaba regresar. Así que te tiras en el sofá preguntándote ¿porque quiero más? Tengo lo necesario, no necesito más. Y te das cuenta que hay esta esa maldita vocecita interior que no entiende que no es suficiente. Quisieras refugiarte en algo que amas. Pero, ¿de verdad amas algo? No estás tan seguro de eso. Estas acostumbrado a medir el amor en cantidad. Sin embargo la gente a tu alrededor tiene otro concepto y claro para ti es el erróneo. ¿Porqué no pueden ser un poquito como tú? Que les cuesta demostrar con cantidades lo que sienten. Miras el televisor, verificas la computadora, ¡qué aborrecimiento! ¡Sin tan solo recibiera una llamada! Pero, ¿de quién? ¿A quién quieres realmente escuchar? Últimamente ya nada es lo mismo. Incluso has dejado de creer en ti mismo. Cuando tu mundo es una mentira, todo lo que está en él se convierte en mentira. Ni tú te crees tus verdades. Si es que tienes alguna. Quisieras entonces salir y gritar que estas harto. Pero te preguntas ¿le importa a alguien? No, te contestas, SI te grita la maldita vocecita interior y la mandas a callar con un VETE AL CARAJO!     

1 comentario:

  1. A veces uno quisiera que esa persona especial o esa persona tan querida expresara lo mucho que nos aprecian y lo mucho que significamos para ellos, pero todo esto se pierde en la nada. Muchos se complican demasiado su existencia pensando que tal vez se le caerá su lengua si lo expresan y acaban por no decir nada, asumiendo que "ya lo sabemos." ¿Por qué complican tanto las cosas fáciles de la vida? ¿Por qué les cuesta tanto regalar unas palabras de aliento, de apoyo, de cariño, amor y aprecio? ¿Qué nos pasa Puerto Rico? (Shago)

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