martes, 21 de mayo de 2013

Esos favoritos...

"Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó."
                               Benedetti


No veo como una virtud esa manía que tengo de coleccionar amigos. O peor aún dividirlos en listas. Hace un tiempo atrás, "tiré" por decirlo metafóricamente, el pedestal donde tenía colocados a los más "sabios" de mis amigos. En ese momento, se trastocaron las listas. Personas que eran sabias dejaron de ser incluso amigos, de hecho, ya no tengo lista de sabios. Sin embargo, para mal común, tengo una lista de favoritos. ¿Quién no? 

Desde pequeños tenemos esa mala costumbre, un maestro, un amigo, un primo, un tío, un abuelo favorito. Y no solo lo hacemos con las personas. También solemos tener una almohada, frisa, camisa, pantalón o zapatos también favoritos. ¿Por qué le llamo mala costumbre? Bueno, pues en mi caso, quizás para mi propio mal, tengo por virtud una magnífica percepción, para mis favoritos, yo no soy su favorita. Pero bueno pues, "I have learned to live with that."

Ahora bien, ¿por qué escogemos un favorito? Siempre encontraremos en nuestro paso por la vida alguna cosa o persona que nos hace sentir bien, que nos brinda alegría, bienestar. Que su forma de actuar, pensar y ser, te invitan a emular, crecer, superar y en algunos casos; igualar. 

Sin embargo, debemos ser asertivos, tener unas personas favoritas no significa que son de nuestra propiedad. Ni mucho menos significa que podemos manejarlas a nuestro antojo, que por algo nos atraen, por como son. Nuestras personas favoritas al igual que nosotros mismos, tienen el derecho de manejar su vida a su antojo, de hacer siempre lo que encuentren correcto para su bienestar, increíblemente sin pedirnos la mínima opinión al respecto. 

Como bien diría Benedetti, si nos atraen como personas es que tienen criterio, y que sabrán en su momento entender cuando se equivocaron si es que lo hicieron. No debemos dar por sentado que si para nosotros algo no es correcto, para nuestros favoritos es igual. 

Tengo que aceptar que en ocasiones admiro a personas que no son necesariamente mis favoritos, que puedo sentir pesar si les sucede algo e incluso sentir empatía por alguna situación. También tengo que aclarar que algunas de mis personas favoritas ni tan siquiera están cerca de mi. Adicional a eso, he llegado a sentir una ligera decepción por parte de aquellos que por tener un título de favorito me duele lo que hacen. Pero la vida es así, siempre tenemos nuestros momentos. Y como dije anteriormente, se aprende a vivir con ello. Eso tampoco significa que necesariamente sean sacados de mi lista. Que por eso es justamente una lista, porque hay más de uno. 

Que tu sentido de cariño hacia las personas o tu debilidad de tenerles como favoritos no te impida disfrutar de una sana y bonita amistad. Recuerda que a lo mejor no lo sabes, pero lo más seguro eres el favorito de alguien. Y esa persona querrá imitar lo mejor de ti. No le niegues la oportunidad. 

1 comentario: