lunes, 11 de febrero de 2013

Sin título

Vivo sumida en un mundo de metáforas, porque una vez entendí que así era mejor vivir. No dejo de ser real mientras estoy navegando en ese mundo sensorial. Sin embargo pude entender que era la mejor forma de adornar mi escritura para desahogar mis frustraciones, vacíos, tristezas y porque no, en ocasiones mis alegrías y esperanzas. En un año le he regalado al mundo o a quien tiene el valor de leerme, mis letras, mis pensamientos y mis sentimientos. Quizás me he extralimitado un poco o quien sabe si demasiado en contar mis historias. Si lo hago es para liberar el peso de muchas situaciones juntas que bien pudieron quedarse guardadas en lo profundo de mi gavetero mental custodiadas por un antidepresivo que amenazaba a su vez mi vida sexual.

Mi vida no es un stand up comedy, pero las metáforas me ayudan a darle un tono jocoso a la situación y a tratar de ver la vida desde la perspectiva positiva, porque con lo que vivo ya hay demasiado negativismo como para cuando lo exprese en la escritura no busque la manera de sacarle una sonrisa al lector. Aunque en ocasiones se me salgan las lágrimas mientras me expreso. Navegar en las metáforas me ha dado a su vez la libertad de soñar, algunas veces boberías, otras veces cosas más importantes. Imaginar un sinnúmero de situaciones que pueden salvar mi situación o alguna otra.

Lamentablemente me tomo muy personal lo habitual, la costumbre, lo común. Dejando que esto afecte mi diario vivir, mi estado anímico y el funcionamiento normal de mis musas. Como si no tuviera la suficiente inteligencia para saber que todo puede tener un cambio o en todo caso, seguir como esta y aprender a vivir con ello. Ya me cansé de engañarme con resoluciones vanas y baratas que no logran convencerme. El hecho de vivir, sigue conmigo o sin mi.

Tengo que confesar, que me apasiona la Martaraquel despeinada que vive entre metáforas y musas de esperanzas, que la prefiero a la sarcástica y malhumorada. Que las piedras, huecos y demás situaciones no son razón para detenerme. En un desquite con la realidad, le voy a coger el paso a la vida, que si para algo me la dieron; fue para vivirla.

1 comentario:

  1. Dicen que sólo las personas inteligentes hacen lo qu tu haces.

    Sin duda alguna, a mi también me encanta la Marta raquel despeinada.

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