jueves, 22 de noviembre de 2012

Solicito un abuelo... ¡Con urgencia!

Se acerca la temporada navideña, increíblemente la celebro desde que tengo 19 años, ¿algo mayor verdad? En el momento en que pude comprar un pino, con uno de mis sueldos como "meat wrapper", pude celebrar la Navidad. El primer árbol, como novata al fin, no le compré base, mi madre, quien es a su vez la "madre" de la invención, lo resolvió de una forma muy particular; lo sembró. Y así fue mi primera Navidad, un gran pino real, lleno de adornos, sembrado en una lata con tierra. Cada día había que regar el árbol, estaba sembrado, no había de otra. El 25 de diciembre se llenaba de regalos para nosotras mismas, y en enero lo botábamos; con todo y adornos.

Viví esa costumbre por 5 años, hasta que me casé. Una vez casada, el árbol cambio de tamaño y era artificial. Mi esposo y yo vivíamos en una casa pequeña donde no podíamos tener un árbol grande, además a él no le agrada el olor a pino. Esta vez por los primeros años de casados, se guardaba el árbol y los adornos. En una venta de liquidación aprovechamos y compramos un árbol grande. Cuando compramos nuestra casa para un noviembre, celebramos nuestra primera Navidad en la casa nueva con el árbol grande. Durante los siguientes 3 años, junto a Jancito montábamos el árbol grande con un nacimiento a su vez enorme. Las Navidades con Jan tomaron un giro también diferente, le dejábamos a Santa galletas con leche, que obviamente nos comíamos nosotros mientras acomodábamos los regalos.

Las 16 Navidades que celebré tanto de soltera como de casada nunca me habían dado trabajo para hacer regalos. Jancito hacia su lista, mi esposo me decía que quería y yo igual a el. Sin embargo este año, Ian está más consciente de lo que pasa a su alrededor. Para colmo en su escuelita están trabajando el tema de la familia. Así que esta Navidad, el problema se ha puesto grave, Ian tiene una gran obsesión con tener un abuelo. No me ha pedido que Santa se lo traiga, pero me lo ha pedido justo en la época navideña.

Los que conocen mi blog, saben que tengo una lucha existencial con el tema de un padre ausente, además el papá de mi esposo murió hace muchos años, lo que significa que mis hijos no tienen abuelos. En momentos como estos, amo el déficit de atención de Jancito. El no me pregunta por ninguno de los dos, sabe donde están y eso es suficiente. Incluso tuvo por un tiempo esa figura "abuelística", al que llamaba "papá", con un amigo de mi madre, cuando lo dejó de ver, lo extraño varias semanas y ya se acabó el tema.

Pero Ian lleva semanas con el tema. Cuando salimos a cualquier lugar y ve a personas mayores o con sombreros, identifica rápidamente a "un abuelo". No sólo dice, "ese es un abuelo", también dice "ese es mi abuelo". Tratar de entrar en temas profundos con un niño de 3 años, sobre donde están sus abuelos, se ha vuelto más difícil que el día que le tuve que explicar por que estábamos en el hospital.

Sin embargo, esta vez, he llegado a la conclusión que la necesidad del abuelito es más latente de lo que pensé. Hace unos días Ian jugaba con una aplicación del iPad, donde hace muñecos de jengibre. Cuando terminó de hacer el muñeco dijo, "mira, un abuelo! Ese es mi abuelo". Me pareció increíble que inclusive en un juego, mi hijo demostrara esa necesidad de esa figura en su vida.

Ante esta situación, he tomado la determinación de buscarle un abuelo a mis hijos. Un señor que lógicamente tenga la necesidad de un nieto, pero la experiencia de tener uno. Sobre todo porque me parece que Ian al menos no será un nieto fácil, querrá que se siente con el a jugar con trenes, que coman chocolates, que le acompañe a correr Big wheel. Necesito conseguir esa figura "abuelistica" pronto, para mi tranquilidad. Quiero que conste que ni mi madre ni mi suegra necesitan un novio y que yo a esta fecha no necesito un papá. Necesito para que mis hijos sean felices, un abuelo, un señor que este dispuesto aún en su experiencia a disfrutarse un par de enanos que le darán mucho amor. Por eso, en estas navidades tengo una petición muy especial, SOLICITO UN ABUELO... con carácter de ¡URGENCIA!

2 comentarios:

  1. ¡Cuánto entiendo este relato!! Pero quizá mis razones son contrarias a las de tus chiquitines que extrañan la figura de un abuelo por no haber conocido ninguna. Tuve la oportunidad de conocer a tres de mis abuelos: los dos por parte de papi y a "abuela", la mamá de mami. Los primeros dos murieron cuando aún estaba en escuela. Pero "abuela" murió cuando tenía 31 años y cinco años después sigo sin saber vivir sin una abuela. ¡Como la echo de menos y como nos hacen falta los abuelos en nuestra vida! Así que me uno, al reclamo y subrayo la urgencia de abuelos y si Santa pudiese traerme a la mía de nuevo, ¡sería el mejor regalo! ;)

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  2. Marta, mientras leía el final imaginaba viéndolos en un hogar de ancianos, en donde muchos de ellos no cuentan con familia, visitas en donde complementarían las faltas.
    Saludos.

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