miércoles, 17 de julio de 2013

Para los gustos, los colores...

Cuando se tienen bebés una de las primeras cosas que hacemos las madres es comprar toda clase de juguetes que estimulen los sentidos de los niños. Entonces mientras ellos van en crecimiento y nosotros adoptamos la mejor cara para hablar "balleno", nuestros hijos se centran en observarnos con suerte la cara. Entonces vamos a las tiendas a comprar juguetes que suenan, a la semana como tarde, nos preguntamos de quien fue la maravillosa idea de comprar el bendito juguete que suena tanto. Juramos no volver a comprar más ninguno, hasta que vemos otro que suena más bonito. Y para los gustos, a nuestros hijos les va a gustar el que más fuerte suene. 

Sucede con infinidad de cosas, Ian por ejemplo tiene 2 peluches especiales. Manolo, un oso hipoalergénico  que lo acompañó en su primera cirugía y Clifford, un perro que tiene una cicatriz y un corazón remendado como el. Ian sabe que Manolo lleva ropa, a visitado la tienda. Sin embargo le cuesta ver vestido a Clifford, " es que Clifford tiene una línea en el pecho como yo, quítale la ropa". A pesar de que él conoce la importancia de Manolo y Clifford, no quiere dormir con ellos. "Ian, ¿te gusta Clifford?" " Un poquito mami" mientras me hace la seña de poquito con los dedos. Si el chamaco supiera cuanto me costó el bendito peluche, tendría compasión de mi. Ayer llegué con un almohadón de transformers, había que verle la cara, con ese si quería dormir, no sé si porque le consta que es un almohadón o porque era de transformers. Pero, pues, para los gustos, los colores. 

Con Jan pasa con las personas, tiene 2 primas que quiere mucho, pero ambas tienen una diferencia de edad bastante marcada. Jan prefiere a la de 15 años, aunque ya ella no le haga tanto caso como antes. La de 6 años se desvive por el, pero el la trata como la de 15 lo trata a el. Y tenemos un círculo vicioso. La gente cambia y los gustos con ella. 

Y nos pasa a todos, con la ropa, los autos, las relaciones, las amistades. Recuerdo cuando era universitaria, decirle a una amiga de aquel entonces, "¿Te hiciste novia de fulano? pero, ¡si tu eres muy bonita para el!" Error craso, insensatez en su máxima expresión, y cuando me contestó, recordé, que para los gustos, los colores. Me dijo: " Lo mismo opino de ti y tu novio". Gancho al hígado, se acabó el tema. 

Así qué antes de juzgar, de cometer actos de insensatez con la boca, antes de llegar a  conclusiones, recuerda que cada persona es un mundo, con el que no es obligatorio estar de acuerdo. ¿Qué mi mejor amiga, tiene más amigas? Seguro su gusto es compartir con más personas. ¿Qué el vecino tiene piercing o tatuajes? A lo mejor no encontró otro lienzo donde expresarse. ¿Qué no te cuentan todo? Es importante entender, que no todo se anda pregonando como vocero. Cuando fui con mi esposo a comprar la casa que tenemos, no le dijimos a nadie, a NADIE, ¿nuestro gusto? Hacer las cosas en silencio te permite no crear una desilusión en masa. Y de la misma forma logras entender cual fue el error para los próximos intentos. 

Odio mi cabello, pero el ambiente, el frizz y el, que parece que tiene vida propia, adoran ese "look" de rebeldía y de medusa. Yo pues... Buscaré el pote de mousse y bregaré con el, total para los gustos, se hicieron los colores. 

1 comentario:

  1. Me gustó mucho el valor que transmiten tus palabras hoy! Muchas veces opinamos desde nuestra perspectiva sin empatizar primero y luego hacerlo, verdad?
    Feliz fin de semana!♥

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