martes, 18 de junio de 2013

Tu historia... ¿Cómo te la cuento?

¿Saben ese momento difícil en que tu hijo mirándote directamente te pregunta de dónde vienen los bebés? Sientes un corrientazo en la espalda, te tiemblas las rodillas, sudas, te aclaras la garganta y como auto dañado comienzas a "startear". Si eres hombre seguramente envías al pequeño donde su mami, o si eres la mami, sacas un libro elaborado o para salir del paso hablas de la abejita y el polen.

Bueno pues algo similar a eso me pasó hoy con el pequeño de la casa. Sólo que el no me preguntó de donde venían los bebés. El simplemente insistió en que yo le contara su historia. Por un momento me sentí incapaz de articular palabra. ¿Cuál historia quería este pequeño que le contara? Obviamente como siempre, subestimando al muchachito le pregunté, ¿qué quieres que te cuente? "Mi historia mami, mi historia".

Mientras trataba de pensar que de todo le iba a contar, recordé que a insistencias de varios amigos, el día antes de su segunda cirugía, le explique que iba a suceder con el. En aquel momento, sólo tenía 3 años y medio, utilizando mis dotes artísticos que no son tan buenos, le elaboré una historia utilizando muñequitos de palo. Así fue como le dije que iba a "ser curado".

Sin embargo esta vez todo fue mucho más difícil. Ya tiene casi 4 y medio, es más alerta de lo que puedo imaginar, incluso más de lo que a veces puedo tolerar. Así qué en medio de mi desvario le digo, "¿qué quieres que te cuente, de cuando naciste? Si, mami, cuéntame la historia. Pues, naciste un 17 de marzo de 2009 en el hospital. ¿Dónde mami? En el hospital..." Entonces mencione la palabra mágica, "hospital" y como un "flashback" en su vida me pregunta, "¿por qué me tuve que quedar sólo en el hospital?"

Entonces me digo: "martaraquel, estas conduciendo, no es momento para un desmayo". ¿Dónde esta la libretita para hacer dibujos y explicar las cosas? ¿Es que este niño no sabe que mamá escribe porque así no le tiembla la voz? "Bueno Ian, lo que pasa es que cuando te repararon el corazón tenías que estar en un lugar especial con unas enfermeras que te cuidaban y no podía haber más personas allí". 

Entonces un camino que normalmente me toma unos 10 minutos se hizo eterno y me ataca con la gran pregunta, "¿y por qué me repararon el corazón?" Por un momento recordé que llevo 4 años escribiendo sobre esto, y que en una ocasión tenía hasta el libreto hecho (esto es literal) de como iba a explicarle a mi hijo que su corazón esta roto, que aún cuando ha tenido unas reparaciones, seguirá roto. 

Y vuelvo a entrar en ese tema tan profundo para un pequeño niño, que piensa todavía que los corazones son redondos arriba con una punta abajo y rojos. " Es que tu corazón "nació" con unos huequitos y unas venas al revés". Y mientras le digo eso me pregunto que carijos le estoy diciendo. ¿Por qué me siento tan pérdida si llevo años preparándome para las grandes preguntas? "¿Unos qué mami? Unos rotitos. ¿Para qué mami?" No me dejó contestarle, automáticamente me preguntó, "¿por qué me estoy haciendo un niño grande? Porqué estas creciendo y según pasa el tiempo te haces un niño más grande".

Entré a la calle que nos llevaría a nuestro destino, me salvó de seguir contestando preguntas charlar con uno de mis estudiantes que me encontré cerca. Buscamos a su hermano y una vez con los dos en el carro, el mundo es un caos, dos niños que se sacan la lengua, se gritan, se ríen, se aman. Por el día de hoy, para mami ya no hay más preguntas. Respira... por el momento.

1 comentario:

  1. Es un apurón!, Rocío me vino un día y me dijo: mamá, ya lo se todo, ¿todo? le pregunté; si todo, ya se de donde vienen los niños me lo ha explicado papá. Así que mi ex, me hizo el favor de quitarme ese momentazo!jaja. A Christian se lo contaron los compañeros de natación, son mayores que él, así que...otro apurón fuera.

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