viernes, 28 de junio de 2013

La auto compasión no es una opción.

Me jode la auto compasión, y perdonen el francés de entrada. La auto compasión, te lleva a un nivel de dar pena, lástima, y cuando cruzas esa línea, la gente en su mayoría; te sacan el cuerpo. Así es como funciona esto. No recuerdo en mi niñez y adolescencia haber tenido un momento de auto compasión. Ni el día que casi me rajo una nalga por cabrear con un árbol recién cortado, ni mucho menos el día que busqué a mi padre en su trabajo y me enteré que si había ido lejos; sin decir adiós. Incluso no recuerdo haber sentido auto compasión el día que por un dengue hemorrágico fui diagnosticada con una condición renal. 

El gen de carisma saltó de mi en el momento de mi creación, junto con el de deportes. No recuerdo ni tan siquiera haber sido la favorita de ninguno de mis maestros, así que la auto compasión tampoco sería de ayuda en esos momentos. A decir verdad creo que tampoco he tenido mucha identidad. La hija de fulana, la nieta de mengano, la novia de perencejo, la esposa de zutano,  la mamá de los zutanitos. 

Entonces con la llegada del primer zutanito, el término auto compasión se aleja más aún de mi vocabulario. Más aún cuando se hace realidad su diagnóstico con la llegada del otro zutanito que ya venía con sorpresas incluidas. Y me endurezco, porque si antes no había momento para dar pena, ahora menos. Lo peor que puede hacer una madre es dar pena utilizando las situaciones de sus hijos. 

Sin embargo la vida nos juega malas pasadas y las rachas caen una tras otra sin darte tiempo de recuperarte del primer golpe. Y mientras luchaba para que mis hijos no se auto compadecieran de ellos mismos, perdí un part time importante por cuestiones de celos profesionales, perdí "amigos importantes" y me auto compadecí de mi; y dí pena. Entonces luego de tener una talla de ensueño (para mi) y una cara de haber pasado lo peor de la vida, sentí pena por mi y me aleje de mi misma. 

De eso ha pasado más de un año y estoy mejor. La parte positiva es que mis hijos no comprendieron que pasaba, lo que me ayuda a seguir enseñándoles que la auto compasión no es una alternativa correcta a escoger en este examen de vida. Sin embargo, con el mayor no me funciona todavía la lección. En algunas situaciones tiende a recordarme que tiene una condición ( como si yo no lo supiera) como dándose el permiso de actuar de formas incorrectas. Y el pequeño zutanito, he querido que lleve una vida tan normal, que a veces me pregunto si no debo de darle la oportunidad de un poquito de auto compasión. Sin embargo sé que eso le afectaría más de lo que le ayudaría. 

Sé que todavía queda mucho por ver, sentir, pasar, sufrir con cada uno de mis hijos, con cada situación aparte. Especialmente con el pequeño y los futuros chantajes por su condición. Sin embargo esto es determinante, a) Crecer b) Triunfar c) Seguir adelante d) Todas las anteriores. Si lees bien, la auto compasión no es una opción.  

2 comentarios:

  1. Amiga... qué cambio estoy leyendo en ti! ♥ Me encanta cuando tus musas te inspiran a ver lo bueno que te dio la vida! Eres una mujer y madre poderosa, todos tenemos retos... tú nos sirves de ejemplo!

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por compartir estas sensaciones. A lo largo de mi vida me he sentido en cierto modo de una manera muy similar. Hay que continuar, y esa lucha es solo nuestra, nadie por mucho que se compadezca (ni nos autocompadezcamos) va a vivir nuestra vida, con sus adversidades y sus virtudes.
    Por mamá, bloguera y luchadora te he dejado un premio en mi blog. Un abrazo

    ResponderEliminar