lunes, 7 de mayo de 2012

Coleccionando canciones


Colecciono canciones, pero tampoco es que sea una "freak" de la música. Con esto, quiero decir que no te sé identificar un instrumento de viento o de cuerdas en una canción. De hecho, no sirvo para calmarme con música instrumental. Parece que me calmo tanto que entro en un stress del asco. Sin embargo, siempre le encuentro un detallito a las canciones que me identifican grandemente. Por ejemplo la banda Amaral, tiene una canción que se llama "El universo sobre mí" y siento que quien la escribió estaba pensando en mí. Igualmente la frase " no trates de caminar por el dolor descalza" de una canción de Camila; me identifica.  La de Ricardo Arjona que dice "la luz de neón del barrio sabe que estoy tan cansada" también va conmigo a la perfección. Son muchísimas frases, no me da un escrito para todas. Algunas de ellas pueden parecer tan tristes, otras de alguna forma son para levantarme el ánimo, (como la de "aquí voy" de Jesse y Joy), ese que es juguetón y se arrastra y da vueltas como gusto y gana le da en mi vida.

Para ser sincera, si no lo han notado ya, tengo una relación de amor y odio con "misma". Puedo levantarme, mirarme al espejo y darme una palmada imaginaria en la espalda mientras me digo: " Martaraquel, hoy si, va a ser un buen día", para con la misma, en el mismo segundo, mirarme con amargura y decirme: " como si te lo merecieras". Tranquilos, no tengo trastorno bipolar ni mucho menos múltiples personalidades, eso si, tengo muchos fantasmas que adoran lo juguetón de mi ánimo y hacen fiesta. Y en medio de los “up and down moments” de mi ánimo de montaña rusa; llega Alejandra Guzmán. No podemos negar que ella no es necesariamente la dulzura hecha canción. La voz grave de Alejandra no necesariamente enamora. Pero, se le ocurrió cantar sobre amor propio y ahí se jodio Martaraquel. La canción lleva por título  "Necesito Amarme", y mientras la escuchaba, podía sentir como con cada palabra limpiaba el piso con mi persona, con mi vida, con mis sentimientos, con mi corazón. Podía sentirme reflejada, como si ella hubiese sido mi mejor amiga y decidió contar mis sentimientos en una canción.

La realidad es que, esta bueno ya de echar culpas, a mis fantasmas, a la gente, a mi alrededor de cómo me siento. Ya esta  bueno de luchar conmigo, y de dejarme tirada en la lona del ring de mi vida. Ya esta bueno de dar pena, de mendigar, de buscar. Si, lo sé, soy predecible y este es el tema central de mis escritos, la plenitud de la felicidad. Y es que sé que hasta que yo no la experimente, no voy a dejar de hablar de ella. Y se preguntaran, ¿Cómo está tan segura de no haberla experimentado? Fácil, porque aunque soy un aborto de la matemática, hay algo que desgraciadamente hago, mido el amor, el cariño, las intensidades por cantidades. Para mí, las palabras mucho, demasiado tienen un peso cañón. Y me la paso buscando cantidades en la demás personas en vez de buscarlas en mi. ¿Qué tanto me quiero, amo, valoro? No mucho por lo que veo, no demasiado, cuando me identifico tanto con una canción.

Me preguntaba a mi misma recientemente, si este berrinche será parte de esa transición de los 35 años que me gasto. Si es normal en este tiempo para cada mujer, tener esos momentos de querer huir, correr, llorar y si se me va a quitar una vez entre a la otra mitad de la treintena. Quedan varias semanas para mi cumpleaños número, no me hago a la idea todavía 36, y no sé si esperarlos con ansias a ver si esto va a cambiar o si de una buena vez me voy a decidir a dejarme de pendejadas. Mientras lo analizo y tomo una verdadera determinación, me sentaré en el sofá y cantaré un pedazo de la canción de LOVG “Apareces tu” que dice: “Me ha sonreído el espejo hoy, me he decidido a levantar la voz, me he despedido a mis fantasmas hoy, y me he gustado tal y como soy…”



1 comentario:

  1. jajaja, pues te podrás creer que hoy te he sentido divertida y desbocada? Me he reído un montón con lo de calmarse tanto y entrar en un estrés del asco...
    Verdaderamente desde que te leo creo haber visto una evolución en ti, una sonrisa cada vez mayor, una Marta cada vez más segura de que su vida es su vida, y es una buena vida, como el resto de las vidas que vivimos los demás, con obstáculos y tropiezos, pero con flores también esperándonos en el camino...
    Cuantas más flores somos capaces de ver, menos obstáculos nos encontramos!
    Linda, los 36 años son unos buenos años, porque nos dan suficiente experiencia y sabiduría para torear a las circunstancias, así que vete preparando una buena autofiesta!
    Besitos mil!

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