sábado, 21 de enero de 2012

Decisiones, decisiones

Hace aproximadamente 3 semanas que mi suegra está en el hospital. Nos dio un gran susto, la verdad. Y según han pasado los días ha tenido diferentes compañeras de cuarto. Aun cuando no la visito con frecuencia, por los nenes, he conocido las decisiones que han tomado ellas e incluso mi suegra. Y me he sorprendido grandemente. El proceso de tomar decisiones es algo que nos persigue desde pequeños. Pueden ser a veces decisiones insignificantes, pero siempre serán tomadas bajo un proceso difícil. Aunque siempre va a depender de la perspectiva de quien tome la decisión.

Una de las señoras que estuvo hospitalizada  sufrió una complicación cardiaca, y se negó a que se le realizara un cateterismo, esa fue su decisión. ¿La decisión del médico? Darle el alta bajo su propio riesgo. Y me cuestionaba en ese momento lo difícil que nos vamos poniendo según nos vamos haciendo “mas maduros”. Y más aun me cuestionaba lo difícil que era para mí decidir lo que era mejor para mis hijos.  Pensaba lo quizás “fácil” que fue para esa señora negarse a ese procedimiento y lo “difícil” que es para mí tener que escoger la fecha en que le hagan lo mismo a Ian, un niño que quizás tiene unos 60 años menos que ella.

Hace unos días, mi suegra tuvo otra compañera. Ella tomó la decisión de quitarse todo lo que tuviese encima que la amarrara al hospital. ¿La decisión del médico? Supongo que lo mismo que la primera paciente. Y, mientras pensaba en la “valentía” de esa señora arrancándose todo,(yo, si paso por el dolor del suero, no me lo arranco ni loca) pensaba también en la “cobardía” que siento al tratar de tomar la decisión de medicar por su hiperactividad a mi hijo mayor.

Creo que según nos hacemos mayores, la parte del cerebro que nos ayuda a tomar decisiones se trastoca un poco, y con ella se trastocan los sentimientos y las formas de pensar. Sobre todo si esas decisiones tienen que ser tomadas bajo el efecto de momentos azules, rosa o negros. No me considero una mujer del todo carismática, pero pienso en que si hubiera tenido la oportunidad de hablar con esas damas, sobre lo difícil que es para mí, tomar decisiones a favor de la salud de mis hijos; quizás hubieran pasado dos cosas. Hubieran sentido empatía y me transmitían su “valentía” o lo hubieran pensado mejor y se hubieran hecho sus tratamientos. Nunca lo sabré… nunca tome la decisión de hacerlo.

3 comentarios:

  1. Tomar decisiones puede resultar ser difícil para cualquier persona. Hay muchas cosas que se deben tener en cuenta; alternativas, obstáculos potenciales y consecuencias. Existen muchos libros cuya intención es orientarte sobre los conocimientos prácticos que te ayudarán a tomar las mejores decisiones para mejorar tu vida. Sin embargo, los mismos consejos no son necesariamente útiles para todo el mundo por lo que depende finalmente de ti tomar la decisión “correcta”.
    Definitivamente, la toma de decisiones es un asunto muy personal. Se trata de evaluar lo que es valioso para ti. Claro, habrá muchas personas que te expresaran otras opiniones, pero ten en cuenta que pueden valorar las cosas muy diferentes a ti. Solo tú sabes cuan valioso o importante es la decisión que debes tomar. Seguir ciegamente los consejos de otros te puede llevar a tomar decisiones desastrosas incluso cuando el consejo de la gente sea con las mejores intenciones de ayudar.
    Como ves, no hay forma de saber si los resultados de la decisión son “buenos” o “malos”. Debes establecer una imagen clara de tus objetivos. La toma de decisiones, para muchos, es un proceso de análisis que, si se hace bien, se garantiza que conducen a los resultados deseados. La verdad es que no importa cuánto esfuerzo se ponga, el resultado de la decisión no necesariamente es el mejor por lo que ninguna cantidad de análisis o reflexión va a cambiar eso.
    Tener una buena cantidad de alternativas para explorar y elegir, entonces, es esencial para tomar grandes decisiones. Si estás teniendo dificultades para decidir, no quiere decir que eres un tomador de decisiones pobres es que es un proceso difícil y has entrado a un proceso de análisis más que de toma de decisiones. Así que sólo evalúa cuán importante es esa decisión en tu vida y pide a Dios que te guie a tomar la decisión correcta. TQM… Tu amiga, Zulma

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  2. Me ha gustado mucho tu entrada de hoy. Creo que transmite una gran sensatez y una reflexión que yo comparto. Lo cuesta arriba que se nos pone la vida conforme vamos creciendo con ella...Supongo que ahora estamos en un momento en el que sabemos ver desde fuera momentos infantiles y adolescentes, a la vez que aquellos de un periodo de madurez, y los vemos con crítica y consciencia...
    Lamento el tipo de decisiones a las que la vida te ha puesto en la tesitura de tomar, pero denoto en tus palabras que eres una mujer fuerte e inteligente, que sabrás tomar la decisión adecuada, cuando puedas separarte de todos esos sentimientos que de forma natural y como madre te hacen dudar y mostrar tus miedos.
    Confía en ti misma, quienes somos ajenos a ti sabemos ver la excelente mujer que eres.
    Muchos ánimos y mis mejores deseos para ti y los tuyos!

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  3. Realmente te digo me has dejado pensando en lo difícil que es tomar decisiones y me recordaste un caso de que una mamá con un hijo ya grande, de mi edad,contandole sobre la cardiopatía de Mateo m comentó que ese hijo grande cuando nació,también nació con un problema del corazón y que querían operarlo ,no me explicó con detalles que tenía ,o tal vez no sabía no sé...y ellos,sus padres se negaron!!! .Hoy vive tiene 40 años y siempre me está dando vueltas en la cabeza aquella decición!!!. Por mi parte Marta creo que las deciciosnes se tman con el corazón y la cabeza juntas y si son el corazón son las mejores y no nos equivocaremos!!!!.
    Muy buena entrada te digo eh?.....me has dejado pensando.....y me gusta.Hya que tener fé y confianza en nosotras,el instinto de mamá no falla!!!.
    Maria Amadi

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