sábado, 26 de octubre de 2013

La diferencia entre tu y yo



La blogosfera, en su mayoría, divide la semana en diferentes eventos, "miércoles mudo", los viernes son "Dando la nota", y "sábado de sensaciones". Sin embargo, por mas que he tratado de seguir el ritmo del mundo 2.0 se me ha hecho muy cuesta arriba. Así que saliéndome del contexto típico de la blogosfera, hoy será mi sábado de "Dando la nota".

Y vengo con la canción de Tiziano Ferro, La diferencia entre tu y yo. A diferencia de otras canciones, esta no es una que sea difícil de entender su significado. Desde el titulo sabes que todo se irá en torno a la diferencia entre dos personas que se aman, Ahora bien, no comparto la canción porque me identifique a nivel amoroso, la comparto, porque por primera vez siento que hay una canción que me identifica con mis hijos.

Como es de conocimiento público, porque lo he escrito unas millones de veces, mis hijos tienen condiciones especiales. Cuando nació mi hijo mayor, quizás hice unas cosas durante mi embarazo que contribuyeron a esos diagnósticos. Quizás, solo quizás, el trabajo de parto y la cesárea, tuvieron también su aporte a la situación. Sin embargo lo difícil ha sido realmente aprender a vivir con ello. Sobre todo cuando crees que en un momento determinado tienes todo bajo control y tu segundo hijo, nace con una condición mas delicada aún.

Así que aparece hace unos días Tiziano Ferro, y me envuelve en esta canción. Escuchándola, dándole vueltas, porque es que me gustó desde el preciso instante en que la escuché, pude entender que me veía y veía a los enanos retratados en la letra. Esas diferencias que como dice la canción, son difíciles de comprender, que son elementales. Sin embargo, no puedo decir que somos polos opuestos, mis niños se parecen a mi en todos los sentidos. A veces quisiera que ellos comprendieran aun a su corta edad que soy como el expresa en su canción "una niña encarcelada" y que "le tengo miedo a mi pasado" por el solo hecho de que no quisiera que ellos se vean afectados por el.

Una de las partes que mas me gusta de la canción es cuando el expresa "Es mi vida y volveré a perder el sueño, no encontraré el enigma eterno" porque sé como varones al fin, que no solo perderé el sueño por sus condiciones, si no por esos procesos de crecimiento que les tocará vivir y que me probarán como persona, como madre. Pero debo dejar claro que como sigue en la canción "Si me preguntas como estoy, tu risa apagará mi lucha interna, consumirá la duda, la tortura me darás respuesta a todos mis porqués" Como niños que son, así mismo como siento que no podré con el empuje, son ellos mismos los que me alivianan, los que me recuerdan lo importante de vivir, los que contestan mis preguntas mas profundas sobre ellos mismos.

Con la parte que mas identificada me siento es cuando dice "Y sé que en mi mente hay un desorden de preguntas, la inseguridad inútil y absurda..." Porque sé que este desorden y esta inseguridad me hacen dudar de la capacidad que puedo tener como madre. Me hacen creer que no soy lo suficientemente fuerte para lograr que se conviertan en buenas personas. Sin embargo debo agradecer que encerrados todavía en sus vidas de niños mientras ellos "se ríen de si mismos y lloro lo que no es" nuestra vida juntos, con sus altas muy altas y sus bajas arrastradas solo  resume mi papel de madre de una forma, como dice el final de la canción "Esto es hermosísimo, E penso sia bellissimo".

Disfruten el vídeo.






martes, 8 de octubre de 2013

Yo, "misma" y mis típicas circunstancias

Se aprende a la mala a vivir con las circunstancias. Seamos sinceros, esto muchas veces no es cuestión de fortaleza, es meramente no tener remedio y sobrevivir al golpe. Como cuando me dijeron que mi hijo menor tenía el corazón roto y no había ni recibo ni "counter" de reclamación para devolverlo. Estaba ahí y había que cuidar de el. No por mera fortaleza, sino por deber, por convicción, por amor. O el día en que el cirujano nos dijo: "Hay que operar." Cuando vio nuestras caras de " que fácil lo dices", nos dijo: "Si no quieren no lo operamos, pero se pondrá azul y puede experimentar un fallo cardíaco". Y entonces nos vemos entre la espada y la pared con una cara que dice: " ¡Así por la buenas, claro!" Y entonces nos entregaron un niño con un corazón medio remendado y una marca de guerra en el pecho. 

Recientemente leí que cuando tienes un segundo hijo cometes menos errores, te asustas menos, sabes como manejar las cosas. Pues en mis típicas circunstancias eso no va. Con mi segundo hijo he pasado el doble de sustos. He cometido el triple de errores y mi nivel de histeria muchas veces no me deja manejar de buena forma las cosas. ¿Qué he tenido que hacer? Aprender a vivir con eso, pero con el tiempo caigo en la cuenta de que no es por fortaleza, si no porque no me queda remedio. Con el tiempo y "los aprendizajes", me hago creer que soy más fuerte, cuando en realidad me hago más dura. 

Recientemente leí una adaptación de una cita de Friedrich Nietzsche que dice: "Lo que no te mata, te hiere de gravedad y te deja tan apaleado que luego aceptas cualquier maltrato y te dices a ti mismo que eso te fortalece." Tengo que aceptar sin ánimo de ofender la memoria de "Freddy" que esta cita me parece mucho más aceptable que la verdadera. Porque nos endulzamos la píldora para que no amargue el sabor, ocultamos detrás de sonrisas falsas que nos estamos consumiendo. 

Si hay algo que me revienta el entusiasmo es esa expresión de " niños especiales para padres especiales", me quieren hacer creer que soy suficientemente especial para poder sobrellevar todo el trabajo que me queda por delante. También cuando me dicen "Tu si eres fuerte", temo informar que ni especial ni fuerte. Soy del montón, común y a veces hasta demasiado corriente; débil, muy débil. 

Mis típicas circunstancias, que no están todas aquí expuestas, me están matando el ánimo porque estoy tratando de mostrarme más fuerte que ellas. Esta bueno ya. Voy a trabajar con ellas como pueda, por convicción, por amor, por sobrevivir.